Del juego al estadio
Jacobo Rivero
Hace unos años, en un curso de
formación de entrenadores de baloncesto de primer nivel, el profesor
(también entrenador) preguntó al alumnado por cuáles eran los
requerimientos para ser un buen entrenador. En el contexto del curso,
uno de los alumnos señaló: “Ser una buena persona”. El profesor
inquirió sobre el significado de la respuesta, a lo que el alumno
contestó: “Que los jugadores se diviertan, que jueguen todos, que
las decisiones sean justas, que les formemos para ser también buenos
ciudadanos...”. El profesor frenó al alumno de forma tajante: “A
divertirse no se viene al baloncesto, se va al parque de
atracciones”. La anécdota es ilustrativa de las lógicas
formativas en las que vivimos en relación al deporte. Hace no tanto,
un entrenador de primer nivel señalaba la disquisición entre
“divertirse” y “disfrutar”. Propuesta mucho más interesante
para debatir, especialmente si hablamos de juego, deporte y ética.
Pero la lógica más extendida -desgraciadamente- es la que señalaba
el profesor del curso de entrenadores: La diversión no está en las
prioridades actuales del deporte en edades tempranas, no digamos
cuando se habita en el deporte de élite. Primero la victoria, luego
ya veremos.
Mi nuevo libro, Del juego al
estadio. Reflexiones sobre ética y deporte (Clave
Intelectual, 2014), comienza por ahí. Escrito junto con
Claudio Tamburrini, investigador del Centre for Healthcare Ethics de
la Universidad de Estocolmo en Suecia, se trata de una conversación
a dos voces alrededor de la ética y el deporte en diferentes
contextos, desde las primeras etapas más relacionadas con el juego,
hasta los procesos que se producen en el espacio hiperprofesional,
donde las lógicas que imperan tienen multitud de derivas. Es un
libro multideportivo, pero donde el fútbol ocupa un espacio
importante, en buena medida porque su relevancia social es
indiscutible.
Santiago Segurola, preguntaba a Pep
Guardiola en el libro Fútbol y pasiones políticas: “¿Que
te ha enseñado el fútbol?”. A lo que el técnico catalán
respondía: “Adoro este juego, pero me ha enseñado lo que
significa el egoísmo. Es un mundo que depende tanto de la prensa,
del efecto mediático, de los poderes económicos, que no puede ser
ni muy limpio, ni transparente”. Algunas de las secuencias que
señala Guardiola están en Del juego al estadio: el éxito y
su gestión desde edades tempranas; la ética que manejamos para
hablar del deporte; las situaciones que se producen a pie de cancha;
la cuestiones relacionadas con la política y la sexualidad; el lugar
que ocupan la prensa y el espectáculo; el profesionalismo en
relación a la salud y el dopaje. Asuntos poco habituales en el
debate deportivo, cuando precisamente el deporte ocupa las
preocupaciones de millones de personas en todo el mundo, expresadas
por la importancia mediática que tiene.
Además el libro trata en un último
capítulo la experiencia del propio Claudio Tamburrini, secuestrado
por la dictadura argentina el 23 de noviembre de 1977 cuando era
estudiante de filosofía de la Universidad de Buenos Aires y portero
profesional del club Almagro. Claudio protagonizó, 120 días después
de su secuestro, una espectacular fuga de Mansión Seré, centro de
tortura de la Fuerza Aérea argentina durante el último gobierno
militar. En su exilio en Suecia, donde reside hasta la actualidad,
teorizó sobre la relación entre la ética y el deporte.
Hace unas semanas era noticia que el
primer jugador abiertamente gay en activo en un deporte profesional
estadounidense, Jason Collins, jugaba con los Brooklyn Nets. Al
respecto, en mayo de 2013, Sports Illustrated realizó un
número sobre la situación del jugador de la NBA. En el editorial de
la revista se señalaba: “La declaración de Jason Collins en estas
páginas demuestra, como pocas cosas, que no somos la nación que
fuimos hace diez, cinco o incluso dos años. Parece una obviedad que
su decisión prenderá la llama de más cambios. Pero cuando, como en
este caso, nuestro mundo deportivo analizado hasta el infinito y
salvajemente popular aparezca por fin como el último indicador
rezagado de un cambio cultural que ya está teniendo lugar, la
pregunta que habrá que hacerse es: ¿cómo hemos llegado a esta
situación?”.
De eso trata el libro, de analizar y
reflexionar sobre la situación actual del deporte. De sus derivas,
negativas y positivas, en relación a las sociedades que habitamos y
a los nuevos tiempos de vida que se plantean en relación al espacio
que los ciudadanos debemos ocupar, dentro y fuera de una cancha, más
allá de lo que señale el cronómetro o las interpretaciones
mediáticas de una actividad física que genera enorme expectación e
interés. Un debate también imprescindible y perentorio para los que
firmamos éste libro, que cuenta con prólogo de Ángel Cappa y
epílogo de Ángel Luis Lara. Espero que os guste el resultado.
PD:
Os dejo algunos enlaces de noticias relacionadas con la publicación
del libro.
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